Me fui, así sin pensar, las cosas importantes no se piensan, pasan. Y pasó en un fin de semana, como esos que ahora se pasan volando. Volé, y crucé el Mediterráneo de un chasquido, como si mis manos hicieran de coro a ritmo de jazz. Había una partitura vacía bajo mi almohada, no era tu pecho, era una almohada de esponja que podía ahogar, pero no lo hizo. Había una partitura esperándome bajo la almohada. Ahora he aprendido a cantar, ya lo hacía, pero ahora estoy segura de que puedo dar el cante sin que me de miedo un fa sostenido, al fin y al cabo, está sostenido a cualquier cosa a la que no puedo sostenerme yo. No me da miedo no sostenerme, me quito el sostén y me caigo cada noche sobre la almohada, que no es tu pecho. Me gusta caerme porque cuanto más me levanto más alta soy, por dentro, pero desde dentro las raíces pueden alargar los dedos. De Madrid al cielo.
10 comentarios:
y del cielo al infinito y más allá!!! es precioso.
qué bonito! :o)
De madrid....al cielo. cualquier lugar donde tu te encuentres Marta se le puede considerar cielo, porque eres lo mas bonito creado por dios.
un poco de Jazz
y un puñado de chachachá
;-)
es una pasada, q bonito escribes niña! muaaaa
Soy una fánatica de tu blog, me encanta! :)
Guapa... si duermes bien eso es que haces bien las cosas...
Besicos
VAYA MAAAAAAARAVILLA TE SUPERAS DE VERDÁ' DE LA GÜENA
Has elegido una terraza preciosa para coger perspectiva...
Ya aparecerá el pecho que lata encajando en tu partitura ;)
besos!!!
muy hulo el texto, me encanta
"Me gusta caerme porque cuanto más me levanto más alta soy"
Me encantó!
unbesitto!=)
Publicar un comentario