Cualquier día,la madrugada de un sábado con sabor a domingo que amenaza llover tierra,te darás cuenta por una nimiedad que podría haber sido más pero no quedaban acentos,que la honestidad se vende en bolsitas pequeñas y con agujeros,que la moralidad ya no tiene cabida en nuestro mercado de gentes sin sombra,sin modales,sin sentido.Que lo que tu piensas no tiene porque pensarlo el vecino que nunca te dejaría la sal pero si abriría la puerta al que trae publicidad en el carro.Y puede que la sensación de rabia e impotencia esté enturbiando fisicamente las ganas que tengo de confiar en cualquiera que nunca vi ni veré,en un cualquiera que lleva la foto de mi marido en su bolsillo sin ponerle nombre,con la cantidad de nombres de sentimientos que le he puesto a sus ojos.Puede que hoy tenga más ganas que de costumbre de poner etiquetas sin tocar pieles,de pensar mal para acertar,de imaginarme con quien andas para decirte quien soy yo,o de descargarme del burro la espalda que me has dado.La cuestión,una vez más,es que la gente piensa demasiado poco lo que es el pensar,piensa demasiado poco en lo que puede importarme a mi que tengas mi identidad en tus manos,piensa demasiado poco en la necesidad de sonreir toda una noche para cerrar la cremallera de mi bolso con un poco menos de lo que tenía ayer.Y la forma de abrazar que tengo a la sinceridad puede ahogar a alguién que no tiene ganas de abrazos gratis o saludos por encargo,pueden esquivarme con gafas de sol que les  permitan esconderse de ellos mismos los ojos,puede que el grado de consciencia de sus actos sea proporcional al grado de bondad en sangre.







11 comentarios:

Cesc Sales dijo...

Pongamos etiquetas bien grandes que ya terminaron incluso las segundas rebajas y se terminaron por fin de existencias las gafas aquellas para ver más de cerca, y llevo una miopía de dos pares de eso que ponen las gallinas.

petonet

Laura dijo...

todo lo que escribes es cierto
pones la piel de gallina

Kim Bertran Canut dijo...

Marta: En general pensamos demasiado escasamente en todo lo primordial y nos "desbocamos" en menudencias y banalidades…Abrazos comprensivos…

Sara dijo...

Y, ¿qué es realmente la identidad, Marta? ¿Lo que dicen de nosotros? ¿Lo que otros creen que somos? ¿Lo que pone en nuestros documentos? ¿O puede que, quizás, la identidad no sea nada si nosotros no creemos en ella? Me haces pensar. Me gusta.

;)

Anónimo dijo...

¿Por qué todo se mide en grados?

~Valeria Fluorescent. dijo...

Qué bien escribes. Tus textos parecen fotografías sorpresa.

Anónimo dijo...

Se nos escapa el tiempo aparentando lo que no somos, en parte porque no sabemos con exactitud qué, ni quiénes somos, y en parte porque la fuerza de las modas impone de tal manera, que hay que seguirlas aún sin llegar a identificarse con ellas. Donde el tiempo es el gran arquitecto de la vida, con sus aciertos y errores va tejiendo la tupida red de la existencia. Su cara y su cruz!!!

Belén dijo...

Muchas veces nos pillan sin energías y no nos damos cuenta de nada... hasta que es muy tarde...

Besicos de jocomomehagustadoestepost

Edurne dijo...

Marta... Muy poco que decir, tan solo que este post es genial. Empiezo a leerte, pero me pasaré mu a amenudo. Me ha encantado
Saludos!

Edurne

DINOBAT dijo...

Excelente, me ha gustado bastante!, es un viaje no un destino...

Mari dijo...

¿Una persona honesta es igual a sincera?

Me gustaría que echases un vistazo a mi inexperto blog y me dieras tu opinión...
saludicos!