LAS GANAS ME MUERDEN EL CALCETÍN

Ese preciso instante en el que la prisa te va pisando los talones, esa sensación de cuando un zapato te muerde el calcetín. Tengo hambre de pasos certeros y precisos, me muero de ganas por ponerle la zancadilla a los tropiezos. 







1 comentario:

El hurón dijo...

A base de tropezar también se crece.

Saludos